Spring 2020 Member Magazine

Dear Brothers and Sisters in Christ “If anyone wishes to come after me, he must deny himself

Queridos hermanos y hermanas en Cristo “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz diariamente y sígame.” Lucas 9:23 Entonces, ¿cómo estuvo tu Cuaresma? ¿Cómo te fue con tus compromisos Cuaresmales de orar, ayunar y a la limosna? ¿Fue un tiempo de crecimiento espiritual? Sospecho que la mayoría de la gente comenzó con buenas intenciones: planes de rezar a diario, renunciar a los postres o nuestras aplicaciones favoritas, y donar a organizaciones locales que ayudan a los pobres. Y luego, bueno, nos equivocamos y decidimos dormir tarde, o nos comemos una de esas deliciosas galletas de Girl Scouts, o los planes para ser voluntarios en un albergue no dieron resultado. ¿Por qué pasa esto? Comenzamos fuertes y luego nos descuidamos. Seguimos nuestros compromisos por un tiempo y luego batallamos. Tenemos buenas intenciones pero parece que nos quedamos cortos. ¿Entonces, qué se supone que debemos hacer? Hay una sección en los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas que explica las condiciones del discipulado y ayuda a responder esta pregunta: “ Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”. Sin embargo, el Evangelio de Lucas es ligeramente diferente del de Mateo y el de Marcos. Lucas agrega una palabra adicional ... diariamente. Negarnos a nosotros mismos significa colocar a Cristo en el centro de nuestra vida diaria. Significa vivir en lealtad a Él todos los días. Esto es desafiante y alentador, simultáneamente. Desafiante porque nunca termina y alentador por la misma razón. Mientras nos preparamos para celebrar el misterio de Pascua, entremos plenamente en esta estación sagrada del año. Reconozcamos lo incompleto de nuestras vidas sin Cristo en el centro. Y déjenos alentarnos por el hecho de que nuestro Salvador conoce y entiende nuestra fragilidad humana. Nuestro trabajo es levantar nuestra cruz, diariamente , y seguirlo. ¡Felices Pascuas!

and take up his cross daily and follow me.” Luke 9:23 So, how was your Lent? How did you do with your Lenten commitments to prayer, fasting and almsgiving? Was it a time of spiritual growth? I suspect that most people started off with good intentions – plans to pray daily, give up desserts or our

favorite apps, and donate to local organizations that help the poor. And then, well, we slipped and decided to sleep in, or we snuck one of those delicious Girl Scout Cookies, or plans to volunteer at a soup kitchen didn’t come to fruition. Why does this happen? We start off strong and then we slip. We follow through on our commitments for a while and then we struggle. We have good intentions but seem to fall short. So, what are we supposed to do? There is a section in the Gospels of Matthew, Mark and Luke that explains the conditions of discipleship and helps to answer this question: “If anyone wishes to come after me, he must deny himself and take up his cross daily and follow me.” However, Luke’s Gospel is slightly different from Matthew’s and Mark’s. Luke inserts one additional word … daily. To deny ourselves means to place Christ at the center of our life daily. It means to live in loyalty to Him every day. This is simultaneously challenging and encouraging. Challenging because it never ends and encouraging for the same reason. As we prepare to celebrate the Pascal mystery, let us enter fully into this holy season of the year. Let us recognize the incompleteness of our lives without Christ at the center. And let us be encouraged by the fact that our human frailty is known and understood by our Savior. Our job is to pick up our cross, daily , and follow Him. Happy Easter! Sincerely yours in Christ,

Most Reverend Jerome E. Listecki Archbishop of Milwaukee Catholic Financial Life’s Spiritual Director

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SPRING 2020 CATHOLIC FINANCIAL LIFE 5

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